sábado, abril 14, 2007

Restaurar

Demantus se sentía desolado, su creación corrupta emanaba odio, tristeza y maldad. Con una expresión severa en el rostro Demantus cerró los ojos y cayó en un trance profundo. Haciendo acopio de todo su poder se fue transformando en arena negra, haciéndose uno con su plano, haciéndose uno para reparar desde dentro, desde la esencia. Demantus revisó primero el nucleo, una polígono perfecto del color del bronce. Este se encontraba intacto, al igual que la gruesa esfera de cristal que lo protegía, las heridas causadas por el Novomancer eran superficiales. Nuevamente el Autor desapareció, inundando toda su creción con su presencia, reparando uno a uno los tejidos esenciales dañados para restaurar así la prisión del mal.

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