A la Espesura

La Huida de Remedios Varo se queda pendeja frente a esto, pensé con singular alegría mientras mi celular grababa la peculiar escena.
-No mames, eso es pura espuma.- les dije al Cheve y al Chavi que se reían conmigo. -Tenemos que remar en esa espuma.-
Y de madrazo, tres amigos caminando por la calle a las doce de la noche se transformaron en valientes, payasos y estúpidos al mismo tiempo, en el momento en que saltamos al mar de espuma que brotaba de la alcantarilla.

¡Que bello es nadar en aguas negras! Dicen que en el mar la vida es más sabrosa, ¡pero les apuesto que en la coladera es más divertida!
Saltar primero al mar de espuma es algo que le contaré a mis nietos.

¿En qué se parecen un machete y un paraguas? En que ambos sirven para abrir camino, sólo que uno en la selva y otro en la espuma.

El tiempo pasa y debemos irnos, partimos con singulares carcajadas y las manos hechas un zoológico de enfermedades.
El Chavi se caga de risa, el Cheve se va con su sonrisa de satisfacción y yo manejo con las muñecas.
Y ahí se queda, insondable, escupiendo espuma, la coladera.

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