lunes, julio 30, 2007

Octava Crónica: Transferencia Esencial

-Quiero que la tomes, Demantus, haz tuya la esencia de este bosque, las plantas, los árboles, los animales, todos están llenos de energía, rodeados de ella, quiero que la invoques, que la reunas y la canalices a ese árbol. Quiero que lo hagas crecer.- dijo Delvan señalando un árbol joven, de tronco delgado y poco follaje.

Demantus, cerrando los ojos, se llenó de la energía de su entorno, filtrándola en si mismo, llenándose de la deliciosa esencia de vida que emanaba de los seres vivos que lo rodeaban. Al abrirlos, Demantus lanzó sus brazos en dirección del pequeño árbol que Delvan había señalado anteriormente, el cielo nublado resaltaba el color verde de la energía que brotaba del joven hechicero. El árbol comenzó a crecer de manera desmesurada, su tronco, y sus ramas se ensancharon, sus hojas gruesas, ahora de un color verde intenso, proyectaban una profunda sombra sobre ambos hechiceros. Lo que antes había sido un frágil arbolito era ahora un enorme y robusto árbol, majestuoso, imponente y rebosante de vida.

-Excelente Demantus.- dijo Delvan orgulloso. -Lo mismo sucede con energías de diferentes tipos y lugares, puedes traerlas a ti aunque no estén en tu entorno inmediato. Tal vez sea exigirte demasiado, pero tengo fe en ti. Quiero que te concentres en un volcán, imagina su lava, su humo, la negra piedra de la que está hecho, y los traigas aquí, en medio de este bosque.-

La mente de Demantus se alejó del tranquilo bosque en el que él y su maestro se encontraban y transformó su visión mental en un enorme volcán, sentía el calor en su piel, percibía el aroma sulfúrico de una explosión, pero más que nada sentía la energía entrelazarse con la esencia del bosque. Al abrir los ojos centró toda su energía y su concentración en un área pequeña del bosque, dejando fluir la esencia del volcán fuera de él. El verdor del pasto comenzó a ser reemplazado por negra piedra volcánica, la fértil tierra del bosque se abrió, liberando chorros de lava y columnas de ceniza. Exhausto, Demantus se tambaleó, apoyándose en el hombro de Delvan.

-Lo lograste Demantus.- dijo Delvan con asombro. -En nuestra siguiente lección aprenderás a mandar esa energía a través de los planos.-

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sábado, julio 28, 2007

Séptima Crónica: Teoría

Demantus - 15 años.

Delvan y Demantus estaban sentados contra una roca, exhaustos. Las pilas ardientes de cadáveres que los rodeaban consumían los restos de cientos de hombres de la milicia de Kerath.
Delvan, entre pesadas respiraciones de cansancio, sacó un objeto esférico del bolsillo de su túnica. La esfera brillaba con destellos de luz púrpura y cambiantes manchas negras.

-Demantus, desde hace tiempo he tenido una teoría basada en las investigaciones que comencé en la Academia de Vatha, y hoy la he comprobado. Cuando un ser muere la energía resultante de cruzar el velo deja una impresión en el plano material, un aura residual. La energía de la cual está compuesta esta aura depende del ser que acaba de morir. Por ejemplo, cuando un árbol muere, deja un aura de energía natural, la cual es usada por su entorno para nutrir a los demás seres vivos. Los hombres de Kerath, al haber llevado una vida llena de maldad, dejan un aura maligna en el lugar donde mueren. Esta energía, al quedar libre, puede contaminar el entorno, o peor, puede ser usada por hechiceros para el mal. Estoy seguro de que, incluso a un nivel inconsciente, Kerath siente estas energía y puede controlarlas e invocarlas, y él no es el único hechicero oscuro de nuestro plano.
-Maestro, ¿un hechicero puede invocar energía de otros lugares?- preguntó Demantus.
- Recuerda que la diferencia entre un hechicero y una persona común es la capacidad de canalizar energía y moldearla a su voluntad. Hasta ahora tus hechizos se han basado en la energía dentro de ti, pero hay más. La fuente más grande de energía para un hechicero es el mundo, Demantus, su plano natal. Nosotros nacimos en Teluria, al ser nuestro plano natal podemos tomar su energía. Tú lo hiciste en una ocasión de manera inconsciente, la noche que encontramos el pueblo en llamas invocaste el fuego que consumía el lugar para atacar a tus enemigos. Pero estas fuerzas son tan crudas que se necesita una cantidad considerable de control para usarlas de manera consciente, el cual creo que ya posees.
En eso se basa la solución en la que he pensado.- dijo Delvan mirando la esfera luminosa.- He creado un hechizo que encierra esa aura residual en un contenedor, los residuos dejados por todos estos hombres están encerrados en esta esfera, donde no pueden hacer daño.
El ejército de Kerath, el verdadero ejército, es tan numeroso y tan vastamente más maligno que toda la energía que quedaría en caso de ser totalmente exterminado sería suficiente para que otro Señor Oscuro subiera al poder, o de ser dejado libre el efecto de tanto mal concentrado podría causar daños irreparables en la esencia de Teluria.

En el frío vacío de la Potencialidad existen pequeñísimas esferas que pueden ser ampliadas y transformadas hasta formar un plano nuevo e independiente de los demás. Se necesita un hechicero en exceso poderoso para lograr tal hazaña, pero creo que tú y yo podemos lograrlo. He localizado una de esas esferas, Demantus, y pretendo enviar toda esa energía negativa allá, canalizándola para encerrarla por siempre y erradicar la huella del cáncer que es Kerath.-

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sábado, julio 14, 2007

La Vida y sus Frases I

Expresada en una situación de habla vulgar y/o soez:

"Hablar bien no cuesta un carajo y brinda un placer de puta madre."

-Cierto profesor argentino de francés.

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viernes, julio 13, 2007

Sexta Crónica: Nameloth

Reporte del Frente de Batalla.

Grandes Señores de Teluria:

Les escribo esto desde la desolación que alguna vez fue mi ciudad natal. Los habitantes de Althernam hemos logrado la primera victoria sobre el ejército de Kerath gracias a un arma dada a nosotros por nuestro enemigo: su soberbia.
Kerath, confiado por sus aplastantes victorias, decidió dividir su ejército, enviando a la porción más pequeña sobre la provincia de Althernam y marchó personalmente a Eldamar. A base de acero y sangre logramos sobrevivir, pero lo que antes llamamos hogar es ahora un cementerio humeante.
Nuestros espías reportan que la ciudad de Eldamar es ahora una pila de escombros sin sobrevivientes, sufriendo el mismo destino que Lurival, Fezelgot, Vatha, y todas sus provincias.

Kerath ha sufrido su primera derrota y puedo garantizar que ha aprendido de ella, pero de nuevo su soberbia nos da un arma más, sabemos que su ejército marcha en nuestra dirección.
Él no descansará hasta que todas las ciudades de Teluria ardan bajo su estandarte y la única forma de lograrlo es mantenernos separados.
He visto su poder, he visto como los menos de su ejército conjuran horrores y tormentas de fuego, los he visto vencer a mis hombres de las maneras más sádicas y terribles, y se que todos caeremos a menos de que nos unamos bajo una misma bandera para derrotar a este demonio sanguinario.

En conjunto nuestros ejércitos lo derrotarán, unamos nuestras fuerzas en una alianza total o perezcamos uno a uno bajo la sombra del Oscuro. Hagamos que Kerath entienda que el total de los reinos de Teluria es invencible.

Pongo mis habilidades a su servicio.

-Nemeloth, General de la Resistencia.

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sábado, julio 07, 2007

Mundo, Muérete de Envidia

Chichen Itzá ya es oficialmente (según un grupo de suizos desocupados) una maravilla del mundo contemporáneo, y quedaron otras 3 por las que yo voté.
Lo que me da más gusto es que la estatua de la libertad (en minúsculas, sí) ¡no quedó como maravilla!
¿Saben qué deberían hacer? Construir un muro alrededor de Chichen Itzá y no dejar entrar a los gringos.


Sería obra del Karma.

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lunes, julio 02, 2007

Quinta Crónica: Cambio

El andar de Delvan era lento, la herida en su pierna había hecho el regreso al pueblo más tardado de lo que ambos hubieran deseado. Sobre la cima de la colina que llevaba al pueblo el brillo naranja del atardecer iluminaba el camino de los exhaustos hechiceros. El aire estaba cargado de un fuerte olor a quemado, persistente desde que habían dejado el campo de batalla y las pilas de cadáveres ardiendo por la magia de Delvan.

Al llegar a la cima de la colina maestro y alumno se quedaron sin palabras. El brillo en el cielo no era el atardecer, era el pueblo en llamas. El olor a quemado no era de la batalla anterior, sino de la batalla presente.

La expresión incrédula en el rostro de Demantus se contrajo lentamente en una expresión de ira. Ignorando los gritos de Delvan, Demantus corrió hacia el pueblo, dejando a su maestro a la orilla del camino.
Al llegar al pueblo los ataques de Demantus no se hicieron esperar, nubes adormecedoras con cargas de energía tan grandes que inhalarlas implicaba una muerte segura, su espada cortaba el aire, su hoja plateada dejaba de reflejar el brillo de las llamas al cubrirse de sangre.
Demantus utilizaba la energía de las llamas que consumían al pueblo para eliminar a sus enemigos, sus gritos de furia resonaban por encima de los demás sonidos de la batalla.
-¡Lo merecen!- gritó Demantus con desdén.

Pero aquella carga impulsiva y descuidada tuvo su precio, mientras se encargaba de calcinar a un grupo de los hombres de Kerath una punta de lanza perforó su costado izquierdo. Su espada cortaba el cuello de un mercenario cuando otro abrió una gran herida en su espalda y otra en su brazo. Casi por instinto Demantus expandió su mente, localizando a todos y cada uno de los sobrevivientes, enemigos todos. Reuniendo toda su ira y toda la fogosa energía a su alrededor Demantus conjuró un mar de fuego, calcinando a lo que quedaba de la compañía enemiga.

Delvan entró a las ruinas del pueblo en una carrera forzada, encontrando a Demantus en el suelo, chorreando sangre de las múltiples heridas en su cuerpo. Reuniendo las pocas energías que lo mantenían de pie para conjurar un hechizo curativo Delvan se arrodilló junto a su caído aprendiz, quien luchaba entre sangre y respiraciones cortadas por permanecer consciente.

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