sábado, enero 21, 2006

Compañía

Buscaba compañía. El silencio me torturaba con su horrible silencio y yo buscaba una voz que lo destruyera. Finalmente, buscando entre cacharros viejos y sueños perdidos, encontré lo que buscaba. Con un botón activé su cerebro y mi extraño compañero comenzó a hablar desde dentro de una caja, no importaba de que, el silencio se había ido. Durante meses observé a este acompañante y me deleité con sus diferentes tonos y personalidades, el desgraciado haría cualquier cosa por no ser desconectado otra vez: hablaría de política, cantaría melodías, daría informes, contaría chistes, todo por morir. Cuando mi carne comenzó a consumirse y mi piel solo cubría huesos fue que la desdicha volvió a mí, esa voz hipócrita de un compañero que nunca llegará comenzó a robar la poca sanidad que mi cerebro conservaba. Es tu hora de morir, mentiroso capricho del hombre, silenciosa compañía dentro de una caja, muerete y empolvate de nuevo en el laberinto de sombras, muere y calla por fin que lo mismo haré yo....

Etiquetas:

1 Comments:

Blogger Ictericia said...

Por eso, pequeño, la compañía, aunque sea fantasiosa, de personajes novelado es mejor.

Un abrazo marius oliveira

22/1/06 1:44 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home